sábado, 4 de septiembre de 2010

Sedentarismo y obesidad en los niños

Los altos índices de obesidad infantil que se observan en Chile se deben, en gran medida, a las deficiencias en los programas de educación física y formación de profesores, lo que dificulta la prevención del sedentarismo en los niños.

En Chile, casi el 30 % de los niños en edad escolar es obeso y, por consiguiente, tiene 10 veces más probabilidades de prolongar esa enfermedad durante su adultez. Los antecedentes -proporcionados por el Instituto de Nutrición y Tecnología en Alimentos de la Universidad de Chile (INTA)- dejan en claro, además, que el problema es consecuencia no sólo de una inadecuada alimentación, sino que, en gran medida, de la escasa actividad física que realizan diariamente.

Si bien la obesidad de un individuo está determinada por factores genéticos, malos hábitos en la nutrición de la familia y una serie de variables del entorno -como la inagotable oferta de productos ricos en grasas-, es el sedentarismo de los escolares el que impide la prevención.




Ya a fines de 1995, un estudio solicitado por el Sernac al propio INTA y al departamento de Sociología de la Universidad de Chile, demostró que el 40,7 % de los niños -sin diferencias según estrato- pasa entre una y tres horas frente al televisor, de lunes a viernes, y más del 20 % ve más de tres horas cada jornada. A esto se suma la vida en departamentos con la consiguiente disminución de los espacios para el deporte, el boom de la computación y los juegos de video, y que, a juicio de médicos, fisiólogos, investigadores y profesores universitarios consultados por esta revista, existe una desorientación en los programas de educación física que se aplican a nivel nacional.

A pesar de la ampliación de las horas obligatorias de esta asignatura (de dos a tres semanales), Chile sigue siendo superado en este ítem por Argentina, Cuba y Estados Unidos, entre muchos otros. Sin embargo, no es la cantidad de horas dedicadas a la actividad física, sino la calidad del ejercicio lo que origina la preocupación de los especialistas. El fisiólogo Carlos Saavedra, Master en Ciencias aplicadas a la Actividad Física de la Universidad de Laval, Canadá, denuncia: "¿De qué sirve aumentar las horas de Educación Física si un niño, en 40 minutos de clase, pierde 15 en formarse, pasar la lista y otras cosas, y después hace cola para pegarle una vez cada seis minutos a una pelota? En total, el gasto calórico y energético de la clase no sobrepasa los seis o nueve minutos por niño". Según Saavedra, "el problema de sobrepeso preescolar, escolar y juvenil en Chile no se debe tanto a que comen mal, sino a que se mueven poco. No es que ingieran muchas calorías, sino que gastan pocas".
 


 
Su posición es avalada por diversos estudios internacionales. Entre ellos destaca el programa "Fit America", que se está aplicando en Estados Unidos, país donde más del 32 % de los escolares presenta niveles elevados de presión arterial y de colesterol. Este plan busca tener, al menos,"gordos sanos", incrementando la actividad física y aumentando su intensidad, y se está desarrollando en más de 20 mil colegios. También existen coincidencias entre la postura de Saavedra y una investigación elaborada por el Instituto de Medicina Preventiva de la Universidad de Georgia, donde sin modificar la ingesta calórica, pero sí con un incremento del gasto calórico mediante la actividad física, se logró reducir la grasa superficial e intraabdominal en niños de siete a 11 años.

Otra de las conclusiones a las que se ha llegado en investigaciones del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH), dice que la norma ideal para los niños en edad escolar es que estén sometidos diariamente a 30 minutos de actividad física de real intensidad, independiente de la práctica de algún deporte. No se trata de exigirles un tipo determinado de ejercicios en cada jornada, pues incluso bastaría, por ejemplo, con hacerlos bailar.

Pero la obesidad infantil no se inicia en la edad escolar, sino mucho antes. De acuerdo con las cifras que maneja el INTA, Chile es uno de los países donde la prevalencia de obesidad preescolar ha aumentado mayormente. Una investigación realizada entre 1995 y 1996 por la profesora Juliana Kain, bioquímica del INTA, concluyó -sobre una muestra de 686 niños de cuatro y cinco años- que los obesos a los cuatro años han sido desde su nacimiento distintos al resto en peso corporal, pues ganan kilos progresivamente, hasta llegar al sobrepeso a los seis meses y a la obesidad, a los tres años.


 


Según plantea Juliana Kain, "la composición corporal materna está muy asociada a la obesidad infantil", lo que en otros países ya ha sido tomado en cuenta para el establecimiento de las políticas de salud pública, impulsando un programa de actividades de pre y post parto. Un ejemplo en este sentido es Cuba, donde durante la gestación la mujer embarazada debe cumplir con un instructivo de ejercicios que tiene directa implicancia sobre las condiciones del feto. Luego, además de someterse a un plan de deportes para recuperar su propio estado físico, debe aplicar un programa de "gimnasia" a su hijo, apenas cumpla 45 días de vida. Dichas actividades apuntan a desarrollar la movilidad de las extremidades del niño, lo que posteriormente tendrá efectos positivos sobre su motricidad.

Muy diferente es el caso chileno, donde, por lo general, sólo se empieza a cumplir con un plan de ejercicios al ingresar a un jardín infantil.

Allí, las educadoras de párvulos -o profesores de educación física en los colegios más acomodados- centran su preocupación en que el menor identifique las partes del cuerpo y desarrolle ciertas habilidades motrices. Sin embargo, existen investigaciones que dan cuenta de un impacto reducido de la educación preescolar en los hábitos. Una tesis de la nutricionista de la Universidad de Chile Ivone Orellana, publicada en 1997, que analizó niños asistentes y no asistentes a jardines infantiles, determina: "No se observan diferencias estadísticamente significativas en el promedio de actividad física de los grupos. (...) ambos son extremadamente sedentarios".



El énfasis en las actividades que apuntan a la motricidad del alumno se mantiene durante la Enseñanza Básica, según se observa en los programas de estudio vigentes en el Ministerio de Educación. En dichos planes, el primer "contenido mínimo obligatorio" que habla de "salud y calidad de vida" con el trabajo en cualidades físicas, como "resistencia orgánica y resistencia muscular, flexibilidad y elasticidad", figura recién en 6º básico, es decir, cuando el alumno bordea los 11 años. En ninguna parte aparecen supervisiones y control de peso de los escolares, como indica la tendencia internacional.

El problema de fondo, según coinciden los especialistas consultados, es que la concepción del deporte en Chile está errada y es anacrónica: "Se sigue considerando a la educación física con fines de postguerra, buscando la rehabilitación, 'alegrar la vida, favorecer el sano esparcimiento y reforzar el espíritú. La sociedad hoy presenta otro problema, que es el de las enfermedades metabólicas no transmisibles y que, en su mayoría, son producto de la inactividad o inadecuada actividad física en el campo escolar y universitario", dice Saavedra.

En lo anterior también influye que la especialización de los profesores del área es muy reducida, pues en su formación universitaria casi no reciben instrucción científica. De hecho, en la malla curricular vigente de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación -ex Pedagógico- sólo figuran tres ramos dedicados a este tema: Fisiología I y II, y Biomecánica. En total, la carrera contempla 61 asignaturas. "El currículum se ha 'pedagogizadó en busca de la recreación y la motricidad en los alumnos",explica Jorge Cajigal, fisiólogo del Centro de Alto Rendimiento (CAR).

"Las universidades están dejando de lado la formación científica. Si comparamos con lo que ocurría hace 10 años, los ramos científicos se han reducido a menos de la mitad, principalmente para rebajar costos. No es barato conseguir profesionales para que enseñen bioquímica, biomecánica y física, por ejemplo", dice.

Tanto en Japón como en Estados Unidos se observan aumentos similares a los chilenos en cuanto a la tendencia a la obesidad en niños de 6 a 16 años. Pero es ostensible la mayor rapidez con que este índice se ha incrementado a nivel nacional, en comparación con los otros dos países.

Te invitamos a ver el siguiente video

"Mente sana en cuerpo sano"

Tener una vida feliz y gratificante resulta más fácil con un cuerpo y una mente sanos. Los dolores, el malestar y el cansancio son un obstáculo para nuestro bienestar. Sin embargo, para mantener una buena salud no es suficiente con confiar en los médicos. Tenemos que saber lo que nosotros mismos podemos hacer por mantener y mejorar nuestra salud.




Se puede analizar el tema de la salud desde varios puntos de vista. En primer lugar, podemos considerar la dieta.
Aunque la mejor dieta para cada uno de nosotros depende de la constitución y disposición de nuestro cuerpo, todos notaríamos un cambio favorable en nuestra salud si incrementáramos la ingestión de comida natural: frutas y verduras (tanto crudas como cocinadas), grasas no saturadas (aceites vegetales comprimidos en frío) y carbohidratos provenientes de granos enteros. Además, para personas con sistemas digestivos débiles, puede resultar útil o incluso necesario tomar suplementos de minerales, vitaminas o enzimas.


Para tener buena salud también debemos hacer ejercicio físico. De este modo mejorará nuestro sistema circulatorio y se regulará el funcionamiento de nuestro órganos y tejidos. Existen ejercicios físicos que mejoran la capacidad de retentiva mental y ayuda a cultivar un mayor grado de conciencia interna. Prácticas como el Tai Chi o el Yoga son beneficiosas tanto para el cuerpo como para la mente. Otros ejercicios físicos, como la práctica budista de hacer postraciones, nos ayudan a mantener una mente más positiva y receptiva. Sea cual sea la forma de ejercicio que elijamos, es importante que la practiquemos de manera regular para mantener nuestra salud.




Otro aspecto relacionado con la salud es saber darle a nuestro cuerpo el tiempo necesario para descansar y restablecerse. Esto significa que hemos de evitar la actividad excesiva, que puede conducirnos a una reducción de nuestros recursos, energía y ganas de vivir. Debemos intentar tener cuidado a la hora de utilizar nuestros recursos físicos y mentales, y saber cuándo debemos desempeñar nuestras actividades y cuándo es más apropiado descansar y dormir. Por supuesto, no debemos tomar el descanso de nuestro cuerpo y mente como una escusa para la pereza, sino más bien como una forma de recuperar nuestra energía y vitalidad. Dormir demasiado no es más que una pérdida de tiempo.


  

El factor más importante en el estado de nuestra salud, y que a menudo pasa desapercibido para la medicina moderna, es nuestra mente. Todas las enfermedades, de una manera u otra, tienen su origen en la mente. Esto no es fácil de entender. El modo en que nuestra salud depende de la mente es un tema muy extenso, pero a continuación se presenta una breve explicación. Todas nuestras mentes van montadas sobre vientos de energía que circulan por canales sutiles que recorren el cuerpo. La idea de que nuestro cuerpo está atravesado por canales y energías es adoptada por la acupuntura china, por diferentes escuelas de yoga originarias de la India y por las enseñanzas budistas. Estos sistemas tienen en común la creencia de que el equilibrio de las energías sutiles en nuestro cuerpo es el principal responsable de la buena salud.



¿Por qué se desequilibran las energías internas? Los transtornos emocionales interrumpen el flujo de la energía interna. Cuando estos transtornos son prolongados o se convierten en pautas de comportamiento, causan alteraciones en las funciones de nuestro cuerpo y una salud enfermiza. Por lo tanto, el enfado, las frustaciones, la ansiedad, los deseos insatisfechos, etc., son las verdaderas causantes de las enfermedades. Nuestra salud también depende de las huellas impresas en nuestra mente o karma. El karma negativo son huellas perjudiciales causadas por acciones cometidas bajo la influencia de estados mentales incontrolados.




Por lo tanto, para disfrutar de buena salud es importante trabajar con la mente. Esto significa que de forma gradual hemos de:
  1. identificar y abandonar los estados mentales perjudiciales
  2. purificar nuestra mente
  3. mejorar nuestra capacidad de ser felices. Esta es la verdadera esencia de la práctica espiritual.
Si es necesario, podemos utilizar las cada vez más conocidas terapias holísticas, como la homeopatía, la acupuntura, la naturopatía, las flores de Bach y de California, y las técnicas kinesiológicas, así como diferentes formas de masaje. Además, si los síntomas persisten o son graves, debemos acudir a los médicos convencionales. Sin embargo, con formas más naturales de promover la salud, como las que se mencionan en este artículo, debemos ser capaces de mantener nuestro bienestar físico y mental.

VIDA ACTIVA

ESTE MATERIAL ESTÁ DESTINADO A LA POBLACIÓN INTERESADA EN MEJORAR SU CALIDAD DE VIDA, AUMENTANDO LA ACTIVIDAD FÍSICA E INTEGRANDO EL EJERCICIO COMO PARTE DE SU RUTINA.

¿Qué es la actividad física?

Actividad física es el conjunto de movimientos que pueden formar parte de las actividades cotidianas: caminar, realizar tareas domésticas pesadas o bailar. El ejericicio es parte de la actividad física, cuyos movimientos corporales son planificados, estructurados y secuenciales con el propósito de mejorar el rendimiento y desarrollo físico.


¿Qué tipo de actividad física puede realizar?

  1. Ejercicios de resistencia: fortalecen el sistema cardiovascular y respiratorio.

  2. Ejercicios de fuerza: aumentan la capacidad de trabajo, desarrollan la musculatura y mantienen la postura corporal.

  3. Ejercicios de flexibilidad: aumentan la amplitud de movimientos, disminuyen el riesgo de lesiones articulares.

  4. Ejercicios de velocidad: mejoran la capacidad de movimientos rápidos y ágiles. Preparan el cuerpo para reaccionar en velocidad.
Beneficios de la actividad física

  • Mejora la actividad física

  • Da más vitalidad y energía

  • Fortalece la estructura ósea y muscular

  • Mejora el sistema inmunológico

  • Retarda o evita enfermedades crónicas

  • Evita la disminución de la respuesta motora

  • Controla el peso corporal

  • Reduce el estrés, la ansiedad y la depresión

  • Brinda más oportunidades para reunirse e interactuar con otras personas

  • Favorece la vida independiente de adultos mayores
 

Consejos que no debes olvidar y tomar en cuenta para modificar algunos estilos de tu vida

  • Las caminatas conversando resultan más entretenidas. Invite a sus amigos a una larga caminata.

  • Deje tiempo suficiente para hacer sus comprar caminando.

  • Prefiera caminar para trasladarse. Elija actividades que demanden mayor energía, como andar en bicicleta, trotar, entre otras.

  • Use la escalera tradicional y evite las escaleras mecánicas y ascensores. Esta actividad fortalece la musculatura de las piernas y exige mayor rendimiento del sistema circulatorio y respiratorio.

  • Habitualmente realice ejercicios que movilicen todas las articulaciones. No olvide compensar las malas posturas.

  • Durante sus horas de trabajo deténgase rutinariamente para hacer ejercicios compensatorios.

  • Realice ejercicios 3 veces por semana, como mínimo (ideal 5 veces), para mejorar la condición física. Un número menor de sesiones por semana no logran este efecto.

  • Recuerde tomar agua: antes, durante y después del ejercicio.

  • La capacidad para realizar trabajos a mayor o menor intensidad depende principalmente de la capacidad física obtenida a través del entrenamiento y de la edad.


    CAMPAÑA VIDA SALUDABLE

    El siguiente video es una campaña que realiza uno de los personajes más populares en el mundo de los medios de comunicación de habla hispana, conocido mundialmente por su seudónimo, "Don Francisco", pero su nombre real es Mario Kreutzberger. Campaña que realiza junto a la Organización Panamericana de la Salud.